Argentina, primer “destino” en ruta de trata de personas

El 75% de las mujeres que caen en el tráfico de personas van a parar a la Argentina. En segundo lugar como país de “destino” está España y, tercero, Chile, señaló la fiscal Teresa Martínez, responsable de la Unidad Especializada de Trata de Personas del Ministerio Público de Paraguay.

La agente disertó sobre la experiencia de la investigación penal en Paraguay en el “Seminario Internacional sobre Trata de Personas como crimen organizado y trasnacional”.

Martínez refirió que Paraguay es casi siempre “origen” del delito, pero que también lo es de “tránsito” y “destino”, dando como referencia de esto último la Triple Frontera, donde hay mayor apogeo de bandas criminales.

Aseguró que otros países de “destino” de mujeres y menores son Brasil, Corea, Japón y Francia. Lamentó que con Bolivia no haya ninguna cooperación. Solo se limita a los trabajos de cónsules y embajadores. “Ese es un destino lastimosamente muy explotado en los últimos tiempos”, refirió.

La fiscal señaló que como un avance significativo en la lucha y prevención entrará a regir desde el 1 de junio la reforma penal, más acorde con el Protocolo de Palermo, porque cuando se habla de trata de personas, abarca además de explotación sexual, servidumbre y explotación de órganos.

Por su parte, Gabriela Rodríguez, experta chilena, habló sobre el “retorno de la víctima” al país. Expresó que lastimosamente en muchos casos, son expulsadas y revictimizadas en el extranjero. “La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) persigue hacer real y digno el retorno, respetando los derechos humanos”, dijo.

Señaló que casi siempre una persona no sabe que es víctima y se culpa por la situación en la que cayó bajo engaños. “Hay sentimientos de angustia y confusión, sospecha de la ayuda ofrecida, riesgo de revictimización y como respuesta psicológica, irritabilidad, inclusive suicidios, hostilidad, vergüenza”, expuso.

También expresó que el retorno al país de origen no es siempre la solución, debido a que puede haber represiones por parte de sus “captores”.